Panorama global de la violencia obstétrica

Explore las principales investigaciones internacionales, los marcos jurídicos y las respuestas de las políticas públicas para promover una atención a la maternidad respetuosa y basada en pruebas.

Violencia obstétrica en la UE

Retos actuales y próximos pasos

En toda la Unión Europea, la violencia obstétrica se reconoce cada vez más como una forma de violencia de género e institucional, así como una violación de los derechos humanos. Definido por el Consejo de Europa como intervenciones médicas no consentidas e inapropiadas durante el parto, este fenómeno está ganando visibilidad tanto en el discurso público como en los debates políticos.

No existe un marco jurídico armonizado en toda la UE. Portugal destaca como el único Estado miembro con una ley nacional que promueve explícitamente una atención respetuosa de la maternidad. Aunque la mayoría de los Estados miembros se basan en leyes generales sobre los derechos de los pacientes o la asistencia sanitaria, éstas a menudo se quedan cortas a la hora de prevenir violaciones como la falta de consentimiento informado o las prácticas clínicas abusivas. La legislación regional que define la violencia obstétrica sólo existe en algunas partes de España.

Las prácticas clínicas varían mucho. Los datos de Euro-Peristat muestran tasas elevadas de cesáreas, episiotomías y partos inducidos en varios países, procedimientos que, cuando se utilizan en exceso, pueden indicar violencia obstétrica. El uso rutinario de estas intervenciones, en contra de las recomendaciones de la OMS, sigue siendo habitual en algunos Estados miembros.

La recopilación de datos es incoherente y las metodologías difieren, lo que dificulta las comparaciones. Sin embargo, los estudios muestran que entre el 21% y el 81% de las mujeres denuncian al menos una forma de maltrato durante el parto. Las disparidades en la experiencia también están relacionadas con la raza, la edad, el estatus socioeconómico y las condiciones de salud.

Las organizaciones de la sociedad civil, los profesionales sanitarios y las instituciones nacionales han puesto en marcha diversas iniciativas: publicación de directrices clínicas, oferta de formación específica, sensibilización y apoyo a las acciones legales. Los observatorios sobre violencia obstétrica están activos en cinco países, y los esfuerzos de defensa están creciendo.

A pesar del aumento de la investigación y de la preocupación pública, sigue faltando una estrategia global para toda la UE. Los factores estructurales -desigualdad de género, jerarquías médicas y estereotipos perjudiciales- requieren respuestas sistémicas para garantizar una atención a la maternidad respetuosa y basada en pruebas en todos los Estados miembros.

Un breve resumen

La violencia obstétrica no está definida explícitamente en las leyes nacionales o de la UE, lo que dificulta el desarrollo de marcos jurídicos y políticas coordinadas. El propio término es objeto de debate: algunos prefieren "abuso" o "maltrato" a "violencia", una elección criticada por ignorar las dinámicas de poder y de género.

No existe un marco unificado para abordar la violencia obstétrica en todos los Estados miembros y la recopilación de datos es limitada. Sin embargo, los estudios disponibles revelan altos índices de atención no consentida, medicalización excesiva y trato irrespetuoso durante el parto. Entre el 21% y el 81% de las mujeres encuestadas afirman haber sufrido algún tipo de violencia obstétrica.

Aunque existen algunas iniciativas -como la formación, las causas judiciales y las campañas de sensibilización-, las respuestas siguen siendo fragmentarias. Se necesita una respuesta jurídica y política más enérgica y coordinada, que reconozca la violencia obstétrica como una forma de violencia institucional y de género.

Preguntas frecuentes

Este conjunto de preguntas ofrece un resumen claro de la comprensión actual, las causas, las consecuencias y las respuestas a la violencia obstétrica en la Unión Europea. Basándose en los hallazgos institucionales, pretende apoyar la sensibilización, la formación y el desarrollo de políticas.
1¿Qué es la violencia obstétrica y cómo se define en el contexto de la UE?
La violencia obstétrica se refiere a prácticas inapropiadas, no consentidas o abusivas durante el parto. Incluye el maltrato físico y verbal, la falta de consentimiento informado y las violaciones de la dignidad y la autonomía, y se considera una forma de violencia de género, institucional y contra los derechos humanos.
2¿Por qué es problemática la ausencia de una definición común de violencia obstétrica?
Sin una definición compartida, es difícil crear marcos jurídicos, políticas y prácticas coherentes en todos los Estados miembros de la UE, lo que limita las respuestas eficaces y el reconocimiento del problema.
3¿Cuáles son las principales formas de maltrato identificadas durante el parto?
Las formas incluyen el abuso físico, el abuso sexual, el abuso verbal, la atención no consentida, la discriminación, el abandono, la detención y la mala comunicación entre las mujeres y los proveedores de atención sanitaria.
4¿Qué factores sistémicos contribuyen a la violencia obstétrica?
Entre los factores que contribuyen a ello se encuentran las leyes discriminatorias, los estereotipos de género, los desequilibrios de poder, la sobremedicalización, las limitaciones del sistema sanitario y el mal uso del concepto de necesidad médica.
5¿Cuál es la prevalencia de la violencia obstétrica en la Unión Europea?
Los estudios muestran una amplia prevalencia, con entre el 21% y el 81% de las mujeres encuestadas que denuncian al menos una forma de violencia obstétrica. Sin embargo, la recopilación de datos es limitada y no está normalizada en todos los países.
6¿Cuáles son las consecuencias de la violencia obstétrica para las mujeres?
Las consecuencias incluyen traumas psicológicos, deterioro del vínculo materno-infantil, reducción de la confianza en el sistema sanitario y evitación de futuros cuidados médicos o del parto.
7¿Existen Estados miembros de la UE con leyes específicas que aborden la violencia obstétrica?
Portugal cuenta con una ley nacional que promueve la atención respetuosa a la maternidad. España cuenta con una legislación regional que define la violencia obstétrica, pero ningún Estado miembro dispone de una ley nacional que la defina y aborde directamente.
8¿Qué iniciativas existen para abordar la violencia obstétrica en la UE?
Las iniciativas incluyen la formación de profesionales sanitarios, campañas de concienciación, publicación de directrices clínicas, observatorios de datos y acciones legales. Las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel de defensa clave.
9¿Por qué es importante la recopilación de datos normalizados para abordar la violencia obstétrica?
Es esencial disponer de datos fiables y armonizados para medir la prevalencia, supervisar las prácticas, comparar los Estados miembros y orientar las decisiones políticas. En la actualidad, la falta de indicadores normalizados limita la comprensión en toda la UE.
10¿Qué papel desempeñan la sociedad civil y las instituciones en la lucha contra la violencia obstétrica?
Aumentan la concienciación, apoyan los derechos de las mujeres, contribuyen a la investigación, impulsan reformas legales y ayudan a que la opinión pública comprenda el problema. Su compromiso es crucial para el cambio estructural.